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Ninfas

Atados

Nos cruzamos en las calles de la locura, caminando con pies de plumas de blanca esperanza. Se nos escapó una sonrisa al tiempo que una mirada furtiva delató el retumbar de nuestros pechos al pasar. Tu tenías ganas de volar lejos de la vieja ciudad del pasado y yo quería enseñarte nuevos paisajes, ríos verdes abrazando un pueblo de serena alegría. Te arrastré con las riendas de mis palabras de azúcar y tu me diste a cambio todo lo que había llegado a soñar. Fuimos almas de aura càlida durante toda una estación, metidas en cuerpos que se nos quedaban pequeños con todo lo que nos crecía dentro cuando estábamos juntos. Y una noche mientras dormías, até mi alma a la tuya con un nudo de eternidad, y por mucho que te alejes de mi, por mucho que el olvido se obstine en borrarme del cuaderno de tus recuerdos, siempre estaré atado a ti, con el nudo que Cupido me enseñó a hacer una vez.

Rosa azul

Cambié sombría soledad por tu compañía, y el mar de tormentos de mis dudas se evaporó con tus besos. Descubrí mi trébol de cuatro hojas a mis pies, la fortuna de tenerte envuelta en papel de dulces sentimientos. Como una caja roja, íbamos comiéndonos las perlas del chocolate de la pasión, poco a poco, deshaciéndose en nuestro interior. Ya no me quedan mundos por descubrir, porque contigo descubrí el paraíso de un amor tan intenso como todos esos besos que nos dimos.

No puedo dormir

Emergo de las profundidades de la noche, entre espesos ramajes de sueños sin luz. Mis ojos añoran encontrarte pegada a mi, entre mis sábanas, con tu piel desnuda vestida tan solo con mis abrazos. Echo de menos cada detalle que hizo de estar contigo lo más bonito de mi pequeño mundo. Tu sonrisa pícara de princesa rescatada, el aroma sedoso de las curvas de tu cuerpo, todas las sensaciones que encontraba cuando me sumergía en la miel de tu mirada; alegría, tristeza, sufrimiento engullido en cucharadas del pasado, pasión desbocada sin montura y un amor tan incandescente que se fundía entre nuestros cuerpos. La distancia en mi no hace el olvido, ni el silencio entristecido, obligado contra mi voluntad, más aún cuando eres un recuerdo vivo, que no para de moverse en mi mente abandonada. Estás atada al muelle de mis pensamientos, y con cada oleada del tiempo, con cada minuto, con cada segundo, veo como te balanceas entre las olas de mis deseos, del deseo eterno de volver contigo, de reencontrarnos en las playas de la esperanza y dárnos una oportunidad.

Siempre

Se deslizó un pétalo de flor canela por mi piel cuando me acariciaste por primera vez, bajaron por un tobogán de locura una manada de sensaciones tan intensas como ése rojo que te robo cada vez que te doy un beso. Se me atragantan las palabras cuando te tengo delante, me traiciona la emoción de haber descubierto la princesa del castillo de mis sueños, de ver al fin que la ilusión tiene recompensa, que la esperanza valió la pena cuando te tengo, aunque tan solo sea en mis recuerdos, en mis evanescentes pensamientos. Te noto a cada segundo en mis labios, en mis dedos, en mi pecho latiendo a la par dos corazones juntos que nadie ni nada podrá jamás separar.

Odiar lo inoportuno

No hagas caso a mis palabras sin fortuna, no dejes que me aten esas cadenas condenadas de sílabas errantes, no escuches sus estridentes martillazos y déjate llevar sobre el balanceante susurro del mar de mis sentimientos, de esos dulces momentos que nadie más podrá alcanzar jamás. No te olvides de las nubes de mis caricias sobre tu alma cuando era una maraña de espinos afilados por la dureza del destino, no te olvides del instinto que sonrió en ti cuando me descubriste, no ahogues con viejos trapos el sueño que por un momento se cumplió. Dáme la oportunidad que nadie me dió, déjame hacerte feliz aunque tenga que esperar para hacerlo.

Cristales rotos

Al final se rompió esa llave de cristal que abría la única puerta de la esperanza que quedaba en pie después de una violenta tormenta de soledad que arrancó de cuajo todos los árboles de la ilusión que habían plantados en la tierra de mis sueños. Se secaron los ríos de felicidad que remojaban las curvas de tu cuerpo, se alejaron de mi los calurosos vientos de la pasión nocturna entre sábanas enredadas, se desvanecieron mil y una palabras de amor como un fantasma que no aguantaba su propio peso. Se alzó la niebla en las blancas playas de la alegría y ya no veo sol en mis días, no se cuela ni una lágrima de luz en el cuarto oscuro de mis noches sin ti. Tan solo me queda el consuelo de saber que aún existes y de que algun dia encuentres la felicidad que me envío el destino de forma fugaz, pero que para tí sea para siempre.

Tristeza disfrazada de indiferencia

Quiero adentrarme en las selvas de los sentimientos de corazones ajenos, quiero escuchar al silencio presentándome canciones que cuenten historias tan melancólicas como lejanas, tan dolorosas como dulces a la vez, quiero perder la noción del tiempo, no cerrar los ojos aunque la oscuridad me invite a tomarme una taza de sueños, porque en realidad esa taza tan solo contiene destripadores punzones en forma de pesadillas. Baila con tristeza la bandera de mi lamento en lo alto del monte de mis pensamientos, deja que el viento de los buenos momentos que pasé contigo la acaricie, que le regale un poco del polen de la flor de la roja esperanza, rosas espinadas que el tiempo algún dia cortará. Me desplumaron las alas que me regalaste para volar contigo y ahora estoy perdido por los suelos de la soledad. Espero que algún dia me crezcan y te acuerdes de la primera vez que subimos juntos al cielo.

El abrazo

Hoy se derramaron mil lágrimas de cristal granado, las que chocaron contra los muros de tu inesperado giro. Me enfundo las vestiduras de la angustia más amarga, me sumerjo en el líquido espeso de la tristeza negra y entierro mi alma bajo montañas de silencio y soledad. Estoy vacío, húerfano, perdido como un suspiro arrastrado por una tormenta de corrientes frías. Mi piel se tiñe de un color blanquecino, se me cierran los ojos con la luz del alba y en mi boca se alojan dos caninos afilados y una sed de volverte a tener que ahora no puedo apagar.

Desnudo ante tí

Piel de jazmín rosado, ojitos de oscuro zafiro encendido en llamas de pasión desbocada, sonrisa de concha de mar salada que atrapo con la mirada, que cubro con mis labios y donde encuentro toda la dulzura de la miel más pura. Me desnudo ante tu alma, solo me cubre el silencio y unas pocas palabras que son alas plateadas que me elevan hasta tí. Eres la princesa del reino de mis cielos, la ninfa del bosque de mis sueños, el deseo que le susurré al genio de la lámpara el dia que te imaginé, y ahora por fin te tengo, en carne y hueso, realidad palpable que mis dedos no pueden parar de tocar, que mis brazos no pueden dejar de abrazar para dejar correr el calor de mi cuerpo por toda tu piel. Tu cariño son las cadenas que me retienen en esta vida que sin ti no tiene color, en esta fruta caída del árbol que sin ti no tiene sabor.

La flor de mi vida

Me acerco a las nubes de tus ojitos para secarlos con el calor de mis mimos, con el fuego de la piel de mis dedos encendiendo tu piel. Te encontré entre las espesas ramas de la distancia, de entre un tumulto de almas luminiscentes que intentaban cegarme. Pero te arropé entre mis mantos, te separé de ese bulto que es el anonimato, y descubrí un tesoro que no aparecía en ningun mapa. Eres la flor más grande del jardín de mi vida, la más preciosa, la más bella. Eres todo lo que un día soñé y ahora te tengo en mi regazo, recogida en el calor de mis abrazos y no puedo dejarte de amar.

Princesa de mi historia

Apareces tras la tormenta que me empapó de soledad, me encuentras y me regalas la luz de tu sonrisa para secar las lágrimas de mis tristezas, me susurras unas palabras que nunca antés escuché y se me sonroja el alma, y se me incendian las hojas de mi seca pasión y me queman cada vez que te tengo cerca. Tengo sed de tus besos, hambre de tu piel, te necesito cada vez más y trás cada telón de los sueños dan una obra donde tu eres la princesa de la historia. Eres la perla que siempre busqué en el fondo del mar y ahora que te tengo en mis manos no te dejaré escapar.

Joyas de miel

Me subo a los ascensores de mi memoria y me paro en el piso de tus recuerdos, esos que siempre estan frescos porque no paro de pensar en ti. Empapelo mis sentidos con los sonidos de una música rebelde y pego un trago del inocuo elixir que calma la sed de mi garganta mientras me estiro sobre un manto de hierba mojada por cada una de las lágrimas que se me escaparon cuando creía que te me escapabas. Quiero romper los papeles de las pequeñeces que me atormentan y centrarme en la obra de arte que es amarte, regalarte todos los trazos de un pincel que está enganchado a tu color, una tinta que no sabe escribir otro nombre que no sea el tuyo. Quiero tropezar con las piedras que el camino me ponga ante los pies y quiero levantárme cada vez cogido de tu mano, acariciado por una de tus miradas, entre los algodones de tu voz de pétalo de dulce flor. Quiero que me cantes en notas de felicidad mayor todo lo que guardan las paredes de tu pecho, entrar dentro y escribirte lo más bonito que se escribirá jamás, una joya de miel para la garganta de tu alma.

Acuchillado

Me acosan los gélidos vientos de la soledad cuando más desnudo estoy, quiere atravesarme la piel con millones de cuchillos de helada escarcha. El sol de tu sonrisa se escondió tras el lejano horizonte de la distancia y las nubles blancas se entumecieron con las manchas de los fantasmas del pasado inerte. Ansío despertar de esta maraña de espinas en la que me he encontrado atrapado sin más, abrir los ojos otra vez y encontrar el camino que me lleve hasta las calles de las ciudades de la felicidad. Quiero compartir con ése ángel de luminosa alma y blancas alas todo lo que hay dentro de mí, deshojar las margaritas del tiempo, segundo a segundo, día a día sincronizando nuestros relojes. Quiero que entiendas que no sé más, que hay sueños que son esclavos de ellos mismos y que tanto tiempo sin dibujarlos me dificulta poder verlos con claridad, aunque sepa realmente su nombre. Vivo encadenado a la locura de vivir amando a la tristeza cuando no encuentro respuesta en tus labios.

Para siempre

Me vistes el alma de flores de dulce aroma cuando me abrazas, cuando estoy contigo, recogido entre los mantos de tu piel. Eres el sueño que no se esfuma con el alba, la suave pluma que me eriza los sentimientos cuando me susurras los tuyos. Quiero retenerte toda la vida entre las paredes de mi cálido amor, regalarte cada día besos, palabras, caricias y todo aquello que dibuje una sonrisa en tus dulces labios para luego comérmelos enteros. Eres la ninfa de mi bosque, el aire de mis pulmones, la flecha que un día atravesó mi pecho y que siempre está ahí. Eres todo lo que había deseado y yo soy tuyo para siempre.

Espurna

Ets l'espurna que ha encès un mar de passió que mai havia cremat, l'aire endolcit del xocolata fonent-se en cada un dels nostres petons, ets un somni que despulla els meus temors i m'abriga de noves sensacions que mai oblidaré. Ets el meu primer desig cada matí i pel jardí de la teva pell vull passejar les papallones dels meus dits i deixar que et deixin molla de plaer. Alliberar tota la dolçor que tens diu teu i banyar-me amb ella, i banyar-me amb tu.

Salvaje pasión

Que es un torbellino que me enloquece el tenerte, arrancar de tus labios las dulces fresas de tus besos, devorar mi soledad con el hambre de abrazarte. Salvaje pasión inexplicable que me domina cuando te entregas a mi, cuando estamos tan juntos que los dos somos uno, estampida de sensaciones pasando por encima de nuestros sentidos. Quiero conservarte dentro de las páginas del libro de mi vida, y que nada pueda borrarte de ellas. Que seas esa historia que escribo un día trás otro contigo.

Rescatándome

Me rescataste de mi naufragio, arrastrada por las corrientes del instinto, volando sobre los lomos del viento del presentimiento más ciego. Apostaste al número que todo el mundo había dejado de lado y este te ha regalado sentimientos tan claros como el cielo de mis deseos cuando pienso en ti. A ése cielo le pido que me deje estar a tu lado noche trás noche, hasta que las estrellas se queden sin luz, hasta una eternidad que se me hace corta para amarte. Déjame cubrir las paredes de tu pasado con cinta aislante, y encima dibujar nuestra historia, con los colores de la pasión más dulce. Comámonos juntos el pastel de los deseos cumplidos, hagamos del resto de nuestras vidas un regalo que podamos disfrutar juntos.

La perla de mis sueños

Se me cuela la brisa de tus sonrisas por entre mis labios, envueltos en forma de besos acaramelados, de caricias hechas pinceladas, trazos de calurosos calores que me encienden el alma. Eres la perla del fondo del mar de mis sueños, el tesoro del mapa de mis deseos y desde que te tengo que no quiero pasar ni un segundo sin tenerte, sin sentirte, sin tocarte, sin decirte que eres el reflejo de todos los espejos de mi pensamiento y tus recuerdos son una niebla que cubre el bosque de mi melancolía. Te deseo tan fuerte que te siento dentro de mí cada vez que en mi pecho late tu nombre, letras a fuego marcadas para siempre. Eres la luz en mi vida, el agua que necesito para vivir en medio de este desierto de locura.

Me gustas

Me gusta abrir los ojos cuando se empieza a peinar el sol y encontrarte a mi lado, durmiendo, soñando con todo lo que haremos hoy. Me pierde despertarte con un beso dulce, un beso a la princesa de mi cuento, y que me envuelvas en un tierno abrazo que me deja empapado de tu calor. Me gusta entrar en tu mente y regalarte los deseos que tienes apuntados en tu lista secreta, subirte a la noria de los placeres prohibidos y no bajarte de ella hasta que no puedas más. Me gustas cuando estas triste, cuando estas enfadada, me gustas siempre, a cualquier hora, de cualquier forma. Espero que pueda tenerte siempre a mi lado para que cada día me gustes más.

Placeres prohibidos

Se mezclan los sabores de tus pecados en el paladar de mis sentidos, puertas de placeres prohibidos que tan solo se abren para mi. Me camuflo con los colores de la locura más calurosa cuando te envuelvo entre mis brazos, cuando la brisa de nuestros besos son nuestras únicas ropas. Eres un torbellino de dulzura con forma de mujer, un sueño anhelado que está entre mis manos y que nunca dejaré escapar. Eres la fugaz estrella que un día se cansó de pasar y se quedó a mi lado para darme la luz que necesito para ser feliz.