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Ninfas

Eterna en mí

Descubrí que la felicidad no era tan solo evitar la tristeza ni disfrazarla de borrosa indiferencia, de trémulo silencio. Me topé con la poción de la eterna sonrisa para mi alma, con la pimienta y la sal para los días que voy comiéndome poco a poco, coincidimos entre un desierto de luces y sombras, entre una tormenta de circunstancias que transformaron para siempre el paisaje de nuestros sueños. Te colaste por la ventana de mis sentimientos como la luz de ésa luna que siempre había imaginado tocar con los dedos y ahora no puedo despegarlos de tu piel, no puedo separarme de tu calor sin pensar que eres el único motivo por el cual la vida siempre tiene sentido, la fuerza que me levanta al caer, la mano de luz que me agarra y me rescata de la oscuridad, los labios que encienden en mi el fuego de una pasión que quema todas las palabras que puedan expresar lo que siento por ti. Lo eres todo para mi y ni la más larga eternidad podrá borrar tu huella de mi pecho, ni la más negra condena me hará olvidar tu mirada clavada en mis ojos, el dulce placer de tus palabras acariciando mis oídos cada vez que me hablas, cada vez que confesamos lo que ya sabemos. Te quiero, mi amor.

Nuestra playa

Nuestra playa

Me descalzo sobre la arena ardiendo de mis pensamientos cuando estas lejos de mi, me quema la luz de tu mirada atravesando los velos del tiempo y me enciende el fuego de la pasión envuelta en saladas brisas de mar rodeándome la piel. Me remojo en los besos que aún navegan por mis labios, por mi cuerpo, que vienen y van como las olas de ése mar de locura espumosa en el que vivo contigo, con mi sirena de dulce canto, de dulces palabras acariciandome los oídos. Y se pone el sol en nuestro arenoso horizonte, desierto plagado de deseos con los oasis que son todos esos momentos en los que dejamos de vivir para subir al cielo y cumplir nuestros sueños.

Preparando la cama

Preparando la cama

Doblo las agujas del reloj cuando marcan nuestra hora, las enrosco y las enredo entre ellas para que no puedan moverse, para que no puedan avanzar. Se congela todo a nuestro alrededor cuando el fuego que se enciende con nuestros besos empieza a quemar todo ese inmenso bosque de locura y pasión, de verdes y frescas sensaciones deslizándose por las paredes de nuestros sentidos. Gotea la pintura del placer derramada por el lienzo de tu piel cuando mis dedos te encuentran, cuando el aire se desgarra entre los filos de suspiros efímeros que se pierden entre el galope salvaje de nuestro aliento ávido. Te dejo un colchón de plumas de dulces palabras susurradas, un regazo sedoso donde posar tus sueños, todo aquello que intento hacer realidad cuando te tengo.

Olas

Olas

Me pierdo navegando por las olas de ése mar de azúcar que es tu cuerpo, voy estirando los hilos de los segundos que paso a tu lado para alargarlos, para enredarme y quedarme atrapado en ellos. Abro las puertas de tus labios con las dulces llaves de mis besos, brisas sedosas que respiran mis dedos sobre tu piel, lindas palabras plantadas en tu pecho, regadas con el licor destilado de mi amor por ti, me deslizo por tus sueños hasta encontrar la luz de tus ojos y abrirlos con el fuego de una hoguera que siempre quema cuando estas conmigo. 

Tu luz

Tu luz

Amanece en el frondoso bosque de tus recuerdos, todo se llena de esa luz tan intensa que desprenden tus ojos, esas claras esferas brillando de felicidad junto a mi. Ni el diminuto tiempo de un suspiro puede cortar ese lazo que me has echado alrededor de mis sentimientos, ni tan solo un segundo paro de imaginarte envuelta a mi, empapelando mi cuerpo con tu piel, pintando de sabrosa miel estos labios que descubrieron el tesoro de tus besos, el deseo desenterrado de la isla de la pasión, somos náufragos de un mundo en el que tan solo vivimos nosotros dos, somos las alas de una preciosa mariposa que remueven el aire de la alegría al mismo son, una canción de amor echa a medida, con las letras y palabras más deliciosas nunca escritas.

Sólo por ti

Sólo por ti

Me enredo entre las nubes de tu pelo, me eriza la piel los suspiros trenzados con tu aliento, me caigo del cielo cuando no te veo y vuelvo a volar cuando me alcanzan tus besos y llego tan lejos que ni mis sueños pueden seguirme el paso. Felicidad desbordada por el valle de la alegría, torrente de dulces sensaciones al tenerte y acogerte entre mis brazos, envolverte con el calor de mis abrazos, cadenas de pasión que no se rompen por nada, eterna obsesión de robarte placer de tu cuerpo para devolvertelo doblado mientras los susurros de mis manos hablan por mi, mientras el fuego funde nuestros sentidos, mientras el tiempo se evapora sin hacer ruido, pasa volando como la mariposa que revolotea en mi estómago cada vez que te vuelvo a ver, cada vez que confiesas lo que sientes por mi, porque yo lo siento como nuncá sentí, sólo por ti.

Nuestro mundo

Nuestro mundo

Me cubre un manto de lágrimas de sol, blanca luz colándose por mi ventana. Se rasgan las vestiduras del silencio, tu ausencia retruena en la cueva de mis ganas de ti y repican las campanas de las ansias de volver a enfrascarte dentro de mis brazos, a caramelizar con mis besos tus labios. Se desata la locura cuando tus ojitos se cruzan con mi mirada por la calle pasión, amor con raíces de un árbol que no para de crecer. Eres el único deseo que sacia mi sed, el único sueño que se moldeó y adoptó cuerpo de mujer para hacerme el hombre más feliz de éste pequeño y modesto mundo que cada día construimos entre los dos.

Fleur de jour

Fleur de jour

Llueven fresas enfrascadas en gotas de dulce caramelo, charcos de besos empapándome la piel mientras me revuelvo sobre ellos. Subí a lo alto de una torre levantada con ladrillos de incerteza, ladridos de canes aventurándose entre la oscuridad del lienzo por pintar que era nuestro futuro. Llegué a lo más alto trepando por las verdes hierbas de la esperanza, sostenido por el aliento de mis deseos, por las alas de mis sueños más anhelados. Miré a través del espejo del país de las mil maravillas, atravesé la madriguera de tu mirada con mis ojitos y planté los rojos zapatos de mi pasión en el jardí de tu pecho y con las formas de la tinta de mis sentimientos se alzó un árbol inmenso que es todo lo que yo siento por ti, y que día tras día da sus frutos, manjares de felicidad que no puedo parar de devorar a tu lado.

Mi felicidad

Consigo subirme a una nube rosada de felicidad instantánea cuando mis manos descubren las formas de tu cuerpo, cuando mi sonrisa se funde en tu boca con el calor de tus besos, cada vez que me regalas tus susurros con dulces palabras con sabor a caramelo. He conseguido el mayor premio que el juego de la vida puede regalarte y lo tengo guardadito en la caja fuerte de mi pecho, y mimo ese jardín, esas flores, que crecieron en mis sueños y florecieron al conocerte. Eres todo lo que necesito para seguir viviendo, para respirar un aire tan puro como lo que por ti siento.

Tejedor de segundos

Tejedor de segundos

Dan vueltas entre mis dedos los ovillos cristalinos que encierran las agujas de los relojes, de ésa caprichosa máquina que es el tiempo. Se congela su paso cuando el viento empapado de tus besos se acerca lejano a mis labios sedientos y se enciende entre mil llamas, se acelera, monta raudo sobre el frenesí y se evapora al pegar tu piel con la mía. Tras las titánicas montañas que dibujan el horizonte está la alcoba de mi princesa, distancia eterna que se convierte en efímera cuando me subo a las nubes de mis sueños, voy recogiendo todos esos momentos que te quedas a lo lejos para luego ir tejiendo esos segundos en forma de alfombra roja, la que me llevará hasta ti después de un angosto camino de impaciencia y añoranza, de deseo tan férreo que nada lo puede doblegar, terrón de azúcar empapado con licor de pasión, bombón cubierto de todo ése amor que nadie quiso probar. Segundos pasan tras los tapices de tus recuerdos en mi memoria, segundos pasan hasta poder volver a rodearte, volver a regalarte todo mi arte, todo lo que despiertas en mi.

No se que decir

No se que decir

No se que decirte cuando te acercas, cuando te tengo adentro, se ahogan mis palabras en una tormenta de felicidad contagiosa, se borra todo lo demás y solo te puedo mirar a ti, y no encuentro nada más en mi mirada que no sean tus ojitos de princesa de fresa, como los labios que se balancean sobre el deseo de besarlos, y me quedo paseando por tu piel de lunita pecosilla como si fuera el jardincito de mis sueños, donde planto con mis dedos caricias y brisa de mi boquita, y aunque no sepa que decirte mi corazón late a cada instante más veloz cuanto más te acercas, hasta que el aire desaparece entre nosotros y nuestras pieles se funden de placer.

Como loco por ti

Como loco por ti

Me siento en las escaleras de la locura y caigo rodando por ellas, me levanto y me miro a un espejo que te delata tras de mi, me doy la vuelta y se desata el vuelo de mil pétalos de flores en mi interior, un calor insofocable que me despierta de este letargo de helada soledad. Me dejo atar por los nudos de tu mirada, cayendo en un espiral que me subyuga a tus deseos y cada vez más profundo caigo en un sueño del que no quiero escapar. Mantienes llenos de aire los pulmones de la esperanza, preparándote para regalarme ésa racha de ilusiones vistiéndose de realidad. Eres la blanca luna de la noche en que tuve la suerte de encontrarte bajo la oscuridad nocturna.

Remando

Remando

Se abren las puertas del misterio de tu carita reluciente entre la oscuridad, cogen forma esos pecados condensados en besos sonriendo una y otra vez, y aunque te encuentres muy lejos me contagias todo lo que veo y lo siento aquí, y te siento aquí. Me recoges y me dejas en la parada de la calle felicidad, embobado mirando a mi alrededor los colores de tu alegria. Pero no te has ido sigues ahí, mirándome con los ojos que descubrieron los míos entre una multitud de cristales de colores, y me subo a la barquita de los sueños y remo hacía ti, cada día un poquito más, para poder llegar algún dia a tu lado.

Encerrado dentro de ti

Encerrado dentro de ti

Se hicieron eternas las ocho horas en la jaula de tu ausencia, cada minuto una punzada en cada uno de los recuerdos que hablan de ti, cada segundo una mota de oscuridad en la luz de la que tus ojos llenaron la casa de mis sueños. Llegaste desde el vacío de la inmensa soledad y lo llenaste todo con tu presencia, evanescente, invisible pero tan presente como tu nombre en mis pensamientos durante todo el tiempo que el silencio ha hablado por ti. Me enredo entre la verde espesor de mi imaginación y encuentro tu aroma, siento tus dedos rozándome la piel, incluso llegando al alma para acariciarla con dulces palabras y besos de miel que se derrama en un atardecer de placer desatado. Ya anhelo dar forma a mi deseo, correr el tupido velo de la incerteza y encontrarte ante mi, con esa alegre mirada contagiándome de felicidad.

Ya llegó

Ya llegó

Vuelve a las andadas la bandera de la esperanza escondiéndose tras las formas de la brisa de primavera, cogiendo las formas ondeadas de un mar lleno de aire nuevo, de agua cristalina que nadie ha ensuciado. Bajo el telón de la noche aguardaba bien abrigado un sueño que saliera el sol para abrir sus ojos, una mirada clara con forma de mapa del tesoro, unos ojos donde colarse para tomar prestado una pizca de alegría, de dulces simfonías de felicidad. La blanca princesa bajada del cielo, esconde sus plumosas alas bajo la blanca piel de seda que viste sus sentimientos. Besos enjuagados en anís, finos caramelos de fresa, deseo encadenado a lo prohibido, encerrado de momento en el calabozo de la lejanía, anhelos evaporados con el calor de la realidad, pero sigue bailando la esperanza alrededor del fuego de la loca pasión.

Tejiendo

Tejiendo

Te saltas una y otra vez las aduanas que hay entre las tierras del odio y el amor, cruzas el río de mi paciencia sin mojarte los pies, siempre con los pies despegados del suelo cuando estas junto a mi, siempre con los lastres de tu soledad empujándote hacia abajo. Tu cuerpo son las olas del deseo en la marea de la pasión, mis dedos son esos peces que aletean dentro de ti, mariposas de agua de alas de caricias añoradas. Eres el tinte que cubre mis sueños, la mágica habitación en que ninguna pesadilla me encuentra. Nada me importa cuando me arropa tu olor, el aroma del calor de tu piel junto a la mía, cuando el árbol del placer deja caer cada uno de tus besos hacia mi. Voy tejiendo un traje de princesa con mis cristalinos sentimientos para algún día poder ponérselo a la princesa de mi vida.

Hacia adelante

Hacia adelante

Me metí en el lago de los cisnes con el uniforme negro del patito feo. Me caí en un agujero que había en el suelo de mis sueños y el país de las dichosas maravillas se pegó a mis pies vestidos en rojos zapatos de pasión reluciente. Bajando la calle de las lenguas de trapo, me tropiezo con todos los baches, se derrite el hielo de mi mirada en frías lágrimas cuando miro hacia atrás, hacia el horizonte de una ciudad devastada en batallas de soledad, me quito la camisa manchada de tristeza, me pinto una sonrisa con los colores de los dulces recuerdos, me como las lentejas de mi angustia y de postre macedonia de todos los lamentos y remordimientos cortaditos a trocitos bien pequeños. Me lío con la brocha, sobre los vacíos silencios dibujo todos esos buenos momentos que me regalaste, obras de arte que siempre estarán colgados en la pared de mis recuerdos, y me lanzo a la calle, un paso tras otro, siempre hacia adelante.

Siempre tendrás perdón

Princesa indultada de pecados, no hay palabras espinosas que salgan de tus labios que puedan dañarme cuando me escudo tras la armadura de lo que siento por ti. No necesitas que te perdone para estar en paz contigo misma, siempre habrá perdón para los errores de un ángel caído, siempre podrás volverte a caer mientras después te vuelvas a levantar. La tentación ya no me domina, hice un paso atrás enfrente del precipicio de la ceguera total que me provoca la luz de tus ojos, tengo la piel del alma magullada y mientras la escondo entre vendas de distancia y silencio dejo escapar susurros en ninfas enfrascados, música para sordos que nadie escuchará.

Va de sueños

Mudando la piel como serpiente sin veneno, ando rodeado de verde esperanza, hierba mágica que envuelvo en papel de regalo para fumármelo, sueños esfumados en el humo de mis caladas. Trato de cazar las nubes blancas que escapan de mi aliento, pero ya estan demasiado cerca de las estrellas, me mantengo bajo tierra, sepultado en la búsqueda del tesoro de mis sueños, de ese cofre de piratas del cual no existe ningún mapa. Seguiré luchando contra las olas, contra las tormentas de arena que se pega a los ojos, contra los días de lluvia que embarran el jardín de mi esperanza. Tengo la mirada fija en la luna y no la puedo bajar, con la cabeza bien alta algun día encontraré la mejor forma de volar, aunque sea sin alas.

No dudes ni un paso

Mis dedos aún se enredan entre tu pelo en esos sueños que empapan mi almohada del sudor del placer, tu cuerpo es la silueta del deseo, tus ojos la chispa que encienden el fuego que me arde dentro cada vez que te veo. Soy un barquito de papel en el mar de tus sentimientos, confiando que no me quieras hundir, intento llegar hasta las playas donde tu y yo podamos vivir como náufragos de un mundo que nos dió la espalda. Déjame enseñarte como llora la noche sin ti, como brilla la luna al rozar con tus recuerdos. Déjame mostrarte las escaleras para subir a un planeta en que no hay gravedad que nos haga estar pegados al suelo, ni tormentas ni mareas que puedan separarnos. Desnúdate conmigo y bañemonos en la playa de los sueños perdidos, no dudes ni un paso en el corto camino que la vida nos ha ofrecido.