(Des)ORDEN MUNDIAL

Avaricia y egoísmo son males entrelazados en las mentes de esos seres iluminados por la fortuna. El poder corrompe, ensucia y contamina hasta el agua más pura, como un rodillo amasa todo lo que encuentra a su capricho. Mientras el silencio sella los labios de los que más deben hablar, se derrochan palabras, precipitadas al abismo de la locura oscurecida por la parcialidad y la manipulación, hundidas en la miseria de la riqueza más pobre que posee la humanidad. Y se apagan las luces de muchos para que unas pocas puedan brillar más, se cometen crímenes en nombre de algo que ni tan siquiera existe, ni siquiera en las cabezas de los que los ordenan, se golpea sin parar a una desvalida madre que nos da todo lo que podemos necesitar y en lugar de devolverle el cariño y los cuidados la consumimos, la apuñalamos sin pensar en el momento en que morirá, sabiendo que nosotros moriremos con ella.

Gotas de elixir

Gira sin parar la ruleta de tus emociones, empujada por la fuerza de algo oculto en tu interior. Se detiene caprichosa en algunas que desearías descartar de este juego que es vivir los días como si fueran años, para poder hacer en cada uno de ellos todo lo amontonado en el rincón de los propositos. Conservas las gotas del elixir de la tristeza, lágrimas capturadas entre las rejas de cristal de tu mirada y sólo se te escapan cuando la brisa te desnuda los sentimientos y los derrama por tu piel, escalofríos de realidad que te haren tiritar durante un segundo. Pero pronto vuelve a calentar el sol de tu cariño en tu alma y la luz de tu ternura anula cualquier bruma, cualquier oscuridad, la que momentos antes, nos hizo llorar. Y tus labios vuelven a abanderar esa franca sonrisa que todo lo hace olvidar.

Cuentos hechos realidad

Como subir una escalera a la pata coja, paso a paso sin dar atisbo de duda, siempre adelante, siempre más arriba, más lejos en este viaje que hacemos juntos cada día y hasta el fin de los nuestros. Un tren que solo para al final, la dulce canción de cuna que nos hace soñar en todo lo que vivimos juntos. Como descubrir un regalo escondido bajo la cama o entre cajas olvidadas dentro de un viejo armario. Ropa nueva de suave aroma con cada rocío, con cada guiño del sol de buena mañana, sonrisa renovada cada vez que mis palabras aciertan en lo más rojo de tu pecho, felicidad desbordada en el río de mis sentimientos siempre que te tengo, premio a mi apuesta por ti cada vez que me das un beso, silencio cuando no estás aquí que se rompe cuando tus recuerdos golpean los cristales de mis pensamientos. Alegría arqueada en mis labios por saber lo que sientes por mi, locura expandida por todo el desierto de ardiente pasión que despierta en la arena de mi cuerpo cuando se desliza sobre el tuyo. Princesa de un cuento que se hizo realidad.

"Poesitiva"

Voy descalzo y me empapo con los charcos de tu tristeza, los dedos se me quiebran de tu dolor. Intento secar esos manantiales de sonrisa invertida con mis palabras de trapo que atrapan las gotas de tristeza absorviendo toda su oscuridad. Enciendo la bombilla de las ideas positivas, de los ánimos alados que quieren que subas del subterráneo estado en el que te has cerrado. Quiero borrar de tu mente todos esos pensamientos dementes escritos con el lápiz de la negatividad, pasar mi blanca goma por tus sueños para dejarlos inmaculados para reescribir la historia, para volver a sembrar un campo que antes tenía minas anti-confianza y donde ahora crecen amapolas y margaritas que al desojarlas siempre dicen que si, que siempre dicen la verdad, que al final nos dan la razón que siempre tuvimos. 

Enganchado a tu droga

Mil pisadas de caballo desbocado azotan mi pecho cuando te acercas lentamente a inundar mi boca de besos, torrente de pasión derramada a borbotones por el cauce de la locura, sentimiento cristalino que se refleja en tus ojos incluso cuando las montañas del tiempo y la distancia escarpada nos separa. Hallo en el fuego de mis recuerdos el calor que necesito para no morir consumido por la fría soledad cuando no estas, mendigándote palabras entre letras de cristal y sonidos transportados, esnifando la droga de tu esencia en cada esquina, en cada cosa que me recuerda a ti, enfermo de un amor en el que me consumo a cambio de toda la felicidad que jamás pude imaginar.

Necesito verte

En silencio despedazo los lazos que anudan los vacíos momentos en que no te alcanzo, en que estas lejos de mi cuerpo aunque en cada acometida de mis pensamientos seas como esa dulce niebla de azúcar que se cuela por todos los rincones de mi cabeza, que llena mis pulmones con la esencia de lo que queda de ti cerca de mis sentidos, tocándote aún con los dedos de los recuerdos. Apuñalo los segundos, intento pisarlos y pasar por encima del tiempo que no te tengo, tengo deseo de verte, de regalarte las caricias que son susurros de mi piel, de lanzarte los caramelos en forma de besos envueltos con roja pasión, dibujarte en la arena de nuestra playa las palabras que delatan lo feliz que me siento cuando estoy a tu lado.

Los desiertos de tu ausencia

En las vastas extensiones de las áridas llanuras que son los minutos sin ti pierdo la cabeza, te veo en visiones, te busco en los oasis que aparecen ante mi, la locura que encierra tus besos me encierra en un hechizo en el que muero sediento si no te abrazo, si no te robo esos besos tan dulces de tus labios, si no me quedo eclipsado por tu mirada, y te necesito como el agua en un desierto del cual no puedo salir cuando no estas y necesito tenerte para quitarme la arena de los bolsillos y llenarlos de la alegría que me contagias con tus sonrisas, de todo lo que me entregas y no quiero separarme jamás de ti, quiero pegarme a tu piel y guardarte entre mis brazos por siempre más.

Luna llena

En los susurros del turbio cauce de mi aire sin ti, encuentro la voz de esa ninfa que me inyecta en el alma la más pura felicidad, la dulzura más adictiva concentrada en el néctar de tus labios empapados de pasión. Necesito rozar tu piel, nadar en ella como el pez de un mar de sensaciones inexplicables, encender la cerilla de mis dedos en ella y extender mi fuego por todo tu cuerpo. Soy la mitad de una esfera que es la luna de mis noches, una luna que contigo siempre esta llena, repleta de un amor, de una luz, que cada día brilla más.

Mi Deseo

Subo al cielo de tus pensamientos, paso sin llamar al salón de los sentimientos para tomarme una taza de amor bien calentito para bebermela a pequeños sorbos, a dulces besos que con su fuego encienden los latidos de mi pecho. Callo para reposar en tus abrazos mientras tus palabras me acompañan hasta la entrada de los sueños, paisajes en blanco y negro que solo sé recorrer cogido de tu mano, a tu lado. Despierto con la seda de tus labios rozando mi cuerpo y la primera luz que veo es la de tus ojos mirándome fijamente y me doy cuenta que se han cumplido todos mis deseos. 

El camino de tus sonrisas

Se desató la locura de mi felicidad cuando pasé por las curvas de tus sonrisas, quedaron libres las amargas lágrimas de un abrupto pasado, se disolvieron con el calor y la luz de tu dulce mirada. Encontré la poesía en cuerpo de mujer, alegre melodía de la canción que tan solo tu sabes deshacer en mis labios con el ardor de tus besos encendidos de pasión. Atravieso los largos desiertos de los instantes sin ti con la mirada fijada en el horizonte, esperando encontrarte detrás de la siguiente ola de arena que se levanta sobre mi cuando no estás. Y veo en todas partes tu rostro de ángel del pecado, del pecado de amarte a cada instante tan intensamente, con la locura incontrolable cuando te tengo.

Sonreir

Me quedo en blanco, me deslumbra la luz de tu mirada estirada sobre la cama, envuelta entre las sabanas de la felicidad. Sonrisa eterna de mis labios a tu vera, corazon con exceso de velocidad cuando te montas en él. Hasta en el silencio puedo oír tus palabras deslizándose hasta mis oidos desde tus dulces labios. En tu presencia lo encuentro todo y cada una de las cosas que necesito para sonreir.

Paso a paso

Tiro de la manta de tus recuerdos para taparme en las frías noches que paso sin ti. Me envuelvo con el calor de tus abrazos, mientras mis labios se secan sin el licor de tus besos embriagandome de nuestros sentimientos. Rehago el camino que me llevó a ti, paso a paso siento las huellas de mis zapatos en mis pies, calzándome de esos primeros momentos llenos de una inexplicable felicidad, de mis primeras palabras mezcladas con la dulzura de lo que siento por ti, del momento en que en un beso se enciendó la chispa que hizo arder todos nuestros anhelos y que seguirà quemando entre nosotros. De cada momento que paso a tu lado, como si cada uno fuera una gota en el inmenso lago de los momentos que nos quedan por compartir.

Fotos nadal 2006

Nadal_2006.rar (Nadal 2006)

 

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Contigo

Duermo en un desierto de frías sábanas y mantas que no encienden en mi la hoguera que tu presencia quema. Pierdo la mirada de los sueños en el horizonte que te esconde trás de él, e intento borrar las montañas y llanuras que nos separan como si fueran un fino trazo de un lápiz despuntado. Vuelvo a tu vera, rodeado por tus brazos, en la cuna de mi felicidad se mecen nuestros sentimientos, felicidad imperturbable cuando tu sonrisa la refresca, cuando tus labios me llenan de ese elixir que no tiene antídoto, el amor que nació un día y que no perecerá jamás, por más vueltas que dé el mundo, por más vueltas que demos en éste mundo que elegimos para nosotros dos.

Cuatro vientos

Se encienden los luceros que alumbran los senderos que llevan a tu pecho, caen del cielo las gotas de un silencio roto por tormentas de besos y caricias tan dulces como eternos, se destila el placer por nuestros poros mientras quema la llama de la pasión por dentro. Extiendo por la sedosidad de tu piel el pincel de mis dedos, un lienzo perfecto donde pintar todos mis deseos, donde escribir tu nombre. Quiero gritarlo a los cuatro vientos cuando estas lejos, para que la suave brisa te lleve mi voz, mi aullido en celo hasta tus oidos, para que sientas que eres lo que más quiero aunque estés detrás del extenso horizonte de la distancia que nos separa en un momento.

La flor de mi vida

Una noche me subí al tren de los sueños sumergidos en los mares de los dulces y frescos deseos. Llegué al callejón de los anhelos, con los bolsillos rotos de tristeza, rebentados por haber metido demasiada soledad en ellos. Pero encontré en una esquina una flor que crecía con el color de la esperanza, con el brillo de la ilusión que nace cada día con la primera gota de luz, con la primera lágrima de sol. La flor del día de mi vida, la sonrisa más tierna deslizándose por mis labios, la mirada más mimosa con mis ojos perdidos en ti. Me cosiste los bolsillos de mis pensamientos, los agujeros de mis sueños, cosiste las piezas desperdigadas de mi alma a la tuya, me diste lo que nunca tuve y lo que toda la vida necesitaré, porque sin ti me falta todo. Abrigame con tu piel en la oscura i fría noche de invierno, enciende el fuego que nos mantiene vivos con todos tus sentidos que yo lo alentaré para que no se apague jamás.

Hasta que la luna nos atrape

Navegando por los mares de la tristeza derramada avisté a lo lejos un destello de brillo cristalino, tu sonrisa marcada en las playas de tu mirada, incrustada en las paredes de mis sueños. Desde entonces abandoné mi parche de pirata hundido en las tormentas de la soledad, me arranqué los viejos trapos de los malos momentos y aparecieron alas en mi espalda para poder volar junto a mi ángel hasta que la luna nos atrape en sus negras redes estrelladas.

Trébol de hojas frescas

Tinta roja que se enciende tras la esquina de la pasión, luna escondida en una esquina, guardada en el rincón del raso cielo de mis sueños. Aprendiz de mago del corazón, soldado de la inagotable ilusión de una alma verde, encontré ése trébol de cuatro hojas frescas, ansiosas del rocío del cariño que empezaba a desbordarse del cauce de mis sentimientos. Te robé de mi mundo de utopías y llegaste hasta mí recorriendo los senderos del destino y provocaste la erupción de un volcán por siempre dormido, se encendió un fuego del que lo eterno será testigo, porque no existirá sentido que tu nombre pueda borrar de mi.

Rompiendo cristales

Se desbordan los cauces de la alegría, se lleva todos los viejos y amargos momentos el torrente de felicidad que recorre mi cuerpo contigo. Eres la estrella que destella en la oscura noche, en la que me abrigo con tus palabras, con tus besos llenos del calor que enciende en mí ese sentimiento que nunca antes había quemado. Quiero pegarme a ti hasta que la eternidad termine, hasta que se sequen los océanos de éste planeta azul que es nuestro en todo momento. Quiero compartir contigo mis sonrisas, mis miradas, mis pensamientos más secretos y romper el cristal que separan nuestros sueños de nuestras manos y poder alcanzarlos los dos.

Feliz, Feliz

Me dejo llevar por la brisa cálida que remueven tus dedos en mil caricias, me presto al silencio y al placer, parto rumbo a enloquecer sin pensar en volver de ése feliz estado mientras disfrazas tus manos de alas con suaves plumas deslizándose por mi piel. Me fundo entre el nocturno claro de los sueños, me pego a ti, me uno, me abrigo con las sábanas de tu desnuda piel y el calor me embarga el alma. Tiemblan los cimientos del momento celeste en que me susurras lo que también pienso, corazones gemelos latiendo al mismo son. Me falta espacio en los bolsillos de la alegría para albergar tanta y tu sonrisa es ésa guinda en el pastel de mi felicidad.