
Gira sin parar la ruleta de tus emociones, empujada por la fuerza de algo oculto en tu interior. Se detiene caprichosa en algunas que desearías descartar de este juego que es vivir los días como si fueran años, para poder hacer en cada uno de ellos todo lo amontonado en el rincón de los propositos. Conservas las gotas del elixir de la tristeza, lágrimas capturadas entre las rejas de cristal de tu mirada y sólo se te escapan cuando la brisa te desnuda los sentimientos y los derrama por tu piel, escalofríos de realidad que te haren tiritar durante un segundo. Pero pronto vuelve a calentar el sol de tu cariño en tu alma y la luz de tu ternura anula cualquier bruma, cualquier oscuridad, la que momentos antes, nos hizo llorar. Y tus labios vuelven a abanderar esa franca sonrisa que todo lo hace olvidar.
2 comentarios
señora pedorra -
coff me muero
Ester -